Entre bosques de oyamel o en los humedales de Xochimilco se encuentran los arroyos y canales donde vive el ajolote, un anfibio mexicano cuya presencia indica que hay agua limpia y un ecosistema sano. El nombre de ajolote proviene del náhuatl axolotl que significa monstruo de agua y en México existen varias especies, distribuidas en casi todo el territorio. Una de ellas es el ajolote de Zempoala (Ambystoma altamirani) que habita dentro de los bosques de oyamel y pino con mayor elevación, ubicados en el Estado de México, Ciudad de México y Morelos.Vive en los arroyos pero cuando es adulto reside en tierra, busca sitios húmedos, oscuros y cercanos al agua para regresar a reproducirse. Mediante una metamorfosis se convierte en salamandra. La familia a la que pertenece (Ambystomatidae) está formada por 28 especies de salamandras, de las cuales 15 son endémicas de nuestro país. El ajolote de Zempoala es una especie en peligro, aparece como amenazada en la NOM-059-SEMARNAT-2010 y también está incluida en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Si protegemos su hogar aseguramos su sobrevivencia, por eso la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) ha invertido desde 2013 aproximadamente 40 millones de pesos para la conservación de los bosques de la región. Los recursos se han otorgado a las personas dueñas de predios que están entre montañas de la Sierra de las Cruces, en el municipio Isidro Fabela, del Estado de México, para que realicen actividades en favor de las zonas forestales. Algunas acciones son reforestación, obras para conservación de suelos, conformación de brigadas contra incendios forestales y estudios de manejo, entre otros. Los sacos pulmonares de la que fuera considerada reencarnación del dios Xólotl (patrono de los muertos y resucitados para los mexicanos primitivos) apenas se han desarrollado en su totalidad. Pese a ello, el ajolote sube ocasionalmente a la superficie para tomar aire. Es una especie endémica de México, no en vano solamente se encuentra en el lago de Xochimilco, donde sobrevive en peligro crítico. Por eso creamos esta infografía, para que tomemos conciencia de la importancia de esta vida.
El ajolote tiene diversas áreas de hábitat, pero siempre son humedas y comodas, rodeadas de agua, Entre bosques de oyamel o en los humedales de Xochimilco se encuentran los arroyos y canales donde vive el ajolote, un anfibio mexicano cuya presencia indica que hay agua limpia y un ecosistema sano.
Es un anfibio carnívoro cuya alimentación se compone de pequeños crustáceos, larvas de insectos, gusanos, babosas, caracoles, lombrices, renacuajos y algún pez.
La reproducción del ajolote es bastante curiosa, ya que se trata de un animal que, aunque conserva su estado larvario en gran parte, tiene la capacidad de madurar sexualmente y reproducirse. Existe, no obstante, un estadio maduro: algunos individuos alcanzan la madurez, pero de manera irregular. Por este motivo, cuando está en libertad, es corriente que presente un aspecto negro o marrón moteado, al contrario que la variedad albina y blanca, cuya morfología larvaria o semi-larvaria es más típica de los especímenes criados en cautividad.
De color negro o marrón moteado, albino o blanco, el ajolote mexicano conserva su aleta dorsal de renacuajo que se extiende casi por todo su cuerpo que mide de 15 y hasta 30 centímetros de longitud, y sus branquias externas en forma de plumas sobresalen de la parte trasera de su ancha cabeza.